Un canario inventa OneUp Saves, un aro salvavidas que busca evitar ahogamientos
Saúl de León es un joven canario que ha inventado el OneUp Saves, un aro salvavidas que se infla automáticamente al entrar en contacto con el mar, y con el que busca evitar ahogamientos. Este proyecto fue uno de los ganadores de las últimas becas del Programa Philip Morris Emprendedores, siendo el único de toda España seleccionado para un crowdfunding en USA a gran escala
De León explicó que OneUp Saves nació desde una "inquietud personal" que le produjo el ver
una información donde voluntarios de Cruz Roja aseguraban que cuando había un naufragio ellos eran los primeros en llegar porque iban en motos acuáticas", si bien
lamentaban que cuando encontraban "a 70 personas en estado de pánico, ahogándose" y
prácticamente sin poder acercarse, pues la moto viraría, "la mayoría moría".
Esto, aseguró, le motivó para "crear algo pequeño, compacto y ligero, que se pudiera lanzar
desde una cierta distancia y al entrar en contacto con el agua se inflara y así nació OneUp Saves", según informó Philip Morris en un comunicado.
En cuanto al funcionamiento del OneUp Saves, explicó que se trata de un aro salvavidas, "reducido unas 20 veces y unas siete veces menos pesado, similar a una lata de refresco", de unos 370 gramos y unos 17 centímetros que al entrar en contacto con el agua, se infla en dos segundos. Para ello contiene una pastilla de sal que se disuelve con el agua y hace que una pequeña botella de C02 provoque un impulso a un muelle que infla el chaleco automáticamente.
INQUIETUD Y CURIOSIDAD, BASE PARA INNOVAR
Para este joven canario la inquietud y la curiosidad son la "base para innovar, darle la vuelta a las cosas, buscar otras soluciones desde otras perspectivas".
En este sentido, indicó que en Canarias "hay mucho talento, solo hace falta ese empujón, esa ayuda que te permita lanzar tu idea". En su caso afirmó que el hecho de ganar una de las becas del Programa Philip Morris Emprendedores el pasado año fue "algo increíble" porque se presentó junto "a otros grandes proyectos, incluso de profesores de la Universidad de satélites, con un power point medio improvisado y poco más, pero lo que importó al jurado fueron mis ganas, mi empuje y que era una idea necesaria y podía ser real".
